24 de enero de 2012

CARTA PARA UN DEEBATE SOBRE LAS AGRESIONES SEXISTAS



Octavo artículo del dosier "Tijeras para todas". Muchas mujeres han muerto a mano de sus (ex)compañeros porque la gente no se plantea reaccionar a tiempo y de alguna manera.

La anécdota
En los meses de febrero-marzo, una mujer de Cornellà fue agredida por su ex-compañero, Fidel Salvador Sanchez. Era la última agresión, después de una serie de amenazas, intimidaciones y seguimientos por parte del tío. Esta vez, se presentó en el bar donde la mujer estaba tomando algo con una amiga, le dijo de ir a formar a charlar y, tras discutir, la golpeó. Ella tomó la decisión de denunciar la agresión, después de ir al hospital a que le hicieran el parto.
El juicio se celebró el 24 de mayo y fue tan triste y patético como los del resto de las mujeres maltratadas del Estado. Por suerte, había convocada una concentración y la chica iba acompañada por un grupo de gente, con una pancarta contra las agresiones machistas y octavillas informativas de los hechos, pero se encontró al agresor de camino al Juzgado, tuvo que esperar a una hora en su compañía - con la tensión que conlleva - y tuvo que declarar y compartir banquete con él.
La actitud del tío fue en todo momento desafiante hacia ella y hacia la gente que le dio apoyo, unas 20 personas. No sólo reconoció la agresión sino que la justificó por la ira y le restó impotància. Además, increpó a las mujeres concentradas que conocía y amenazó al chaval que repartía octavillas.
El lunes siguiente, el tío se presentó en la asamblea del Ateneo de Cornellà todo enfarlopat y, después de gritar e insultar a todo el mundo, amenazó con un martillo en una de las chicas asistentes al juicio.
Durante las semanas siguientes nos sorprendió mucho encontrarnos con que algunos chavales cercanos tuvieron contacto con él, hasta el punto que entró a un espacio liberado.
Nuestra postura
Estos hechos y el resto de detalles patéticos de la historia han llegado a la gente que dimos apoyo a la mujer agredida - mayoría de mujeres - y nos han hecho sentir doblemente rabietas: por un lado, amenazadas por el agresor; del otra, cuestionadas y negadas al entrar en juego un cúmulo de comentarios, críticas a haber optado por la vía judicial, especulaciones sobre la relación entre el agresor y la mujer, amiguismos, ... que todo ello justificaban lo injustificable y despolitizar el debate, cuestionando la decisión de la tía y la respuesta de solidaridad......SEGUIR LEYENDO AQUÍ

No hay comentarios:

Publicar un comentario